Textura suave y jugosa, con una infiltración de grasa que se funde fácilmente en el paladar, aportando una gran untuosidad. Las paletillas, al tener mayor cantidad de grasa que los jamones, ofrecen una experiencia más jugosa y rica. Sabor equilibrado y agradable, con notas lácticas y ligeramente herbáceas, complementadas con un sutil toque dulce y salino. Aunque no tan intenso como el de las paletillas de bellota, su sabor sigue siendo profundo y delicioso, con un final suave y persistente. Aroma fresco y delicado, con notas a pastos y campo que reflejan la crianza natural de los cerdos. El aroma es suave pero envolvente, invitando a disfrutar del sabor auténtico de la paletilla ibérica. Curada durante más de 18 meses en bodegas naturales, donde la paletilla desarrolla su sabor característico y su textura tierna. Fisan se asegura de que el proceso de curación siga las tradiciones artesanales que caracterizan la región de Guijuelo.