El queso Mimolette es una de las delicias más curiosas y vistosas de la tradición quesera francesa. Originario de la región de Lille y producido también en Normandía, su característica principal es su intenso color naranja, debido al uso de achiote, un colorante natural. Su forma esférica y su textura firme lo hacen inconfundible. Este queso, elaborado con leche de vaca, puede encontrarse en diferentes grados de maduración, desde joven (más suave) hasta extra-viejo (más quebradizo y con sabor concentrado). Su aspecto externo, rugoso y seco, recuerda a una roca o melón, pero esconde una pasta compacta y un sabor profundo que ha ganado admiradores en todo el mundo.
Textura firme y compacta, con una pasta densa que puede ser ligeramente elástica en las versiones más jóvenes y quebradiza en las más maduras. Sabor suave y con notas a frutos secos y caramelo en su juventud, mientras que al madurar adquiere un perfil más intenso, con toques especiados y un ligero dulzor. Las versiones más añejas ofrecen un sabor robusto, a veces con un sutil toque picante. Aroma terroso y afrutado, con matices a nueces y mantequilla. A medida que envejece, su aroma se vuelve más complejo y pronunciado. Con una curación de 24 meses. Durante la maduración, el queso desarrolla su corteza rugosa gracias a la intervención de ácaros microscópicos, lo que contribuye a su aspecto único y a su sabor intenso.
Es perfecto para degustar solo o acompañado de frutos secos, como nueces o avellanas, o incluso con un toque de miel para equilibrar su intensidad. También puede utilizarse rallado sobre ensaladas, pastas o platos gratinados, donde añade un toque gourmet inigualable.